Lugar idílico, servicio muy profesional y trato enormemente allegado, SIEMPRE atentas y atentos cuidándote a ti y a l@s tuy@s, todo (habitación, jardín, piscina, comedor, recepción… todo) impoluto, comida exquisita por parte del cocinero, cocinera y producto del huerto, el huerto y los alrededores cuidados con amor… Experiencia inolvidable. No dudan en solucionar cualquier petición. GRACIAS EQUIPAZO de Finca Son Roig 👩🏻‍🦱👶🏽🤓🙏🏽

Fantástica experiencia en un enclave rural alejado del bullicio del pueblo pero, a la vez, cerca del núcleo poblacional más cercano. El trato del personal, con Sara (directora) a la cabeza, fue exquisito. El desayuno,.completo y diverso; la cena, elaborada y sabrosa. Una experiencia inolvidable. Altamente recomendable.

Estancia inmejorable , esto ha sido posible, no sólo por el establecimiento que es un 10, sino por la calidez de la gente que trabaja en él y hacen que los huéspedes se sientan como en casa. Un gran aplauso a la profesionalidad de todo el personal. Mil gracias.

Nuestra estancia en la Finca Son Roig fue una experiencia verdaderamente memorable. Los jardines bien cuidados y la tranquila ubicación proporcionaron el ambiente perfecto para desconectar y recargar energías en pareja. Desde el momento en que llegamos, fuimos recibidos con una calidez y amabilidad excepcionales por parte del personal, en particular, quiero destacar la atención dedicada de Julio y Sara en la recepción. La comida en la finca fue simplemente excepcional. La frescura de los ingredientes de la huerta y el amor y la dedicación del chef se notaban en cada plato. Ya sea disfrutando de una deliciosa caipiriña en la piscina o dando un paseo por los hermosos alrededores, la paz y la serenidad estuvieron siempre presentes. Sin duda, esperamos volver pronto para seguir disfrutando de este paraíso en Mallorca.

Este agosto mi pareja y yo contratamos day pass en la Finca Son Roig. La finca está en un entorno súper agradable y tranquilo, que es justo lo que buscábamos. Pudimos descansar y tomarnos algún cocktail (¡gracias Julio!) en la piscina rodeados de naturaleza. Estuvimos tan a gusto que decidimos quedarnos a cenar. Esa noche tenían barbacoa, en lugar de cena a la carta, y cenamos genial, con puesta de sol incluida. La carne muy buena, y si sois de dulce, como yo, recomiendo el gató con helado de almendra. ¡Riquísimo! No nos quedamos a dormir, pero Sara tuvo la amabilidad de enseñarnos una de las habitaciones, que son espaciosas y con decoración rústica muy acogedora. Esperamos repetir antes de que termine la temporada y poder alojarnos al menos una noche. Teniendo en cuenta otros comentarios y la buena experiencia de la cena, seguro que el desayuno no defrauda.